La acción repetitiva de la función esencial del taladro (perforar) genera, poco a poco, y dentro del límite de su condición (la extensión de su cable de corriente), una imagen radial que recuerda a la de una bóveda celeste. El taladro cumple su función, pero desprovisto de una finalidad útil. Análogamente, el video registra la acción, ilógica y sin sentido (en principio), del artista. En este hacer, construyen, de manera simbólica, su universo. A partir de la construcción de esta imagen, el artista aborda el acto creativo y propone explorar la capacidad de ser (potencia) de las cosas, más allá de sus determinaciones aparentes, enriqueciendo así nuestra experiencia del mundo. El sonido constante en el video, producido por el taladro perforando el muro, recuerda al de un sitio en construcción.